Internet es global, hasta ahí estamos todos de acuerdo. Además nace para que todo el mundo pueda tener acceso en una sociedad informada, como en la sociedad en la que todos vivimos.
Gracias a todo esto, nos relacionamos de otra manera, de forma más fácil, más directa, sin fronteras, ¿sin costos? Accedemos a un mundo ilimitado de conocimiento, un conocimiento dado por cada uno de nosotros. Además, los negocios ya comienzan a incorporarse a este mundo sin fronteras y sin tiempos, ya que de lo contrario estarían perdiendo un inmenso target que no estoy segura si un emprendedor podría permitirse.
Internet además se ha convertido en el diario de nuestra vida digital. En él lo contamos todo: estados de ánimo, estados de opinión, deseos, sensaciones, necesidades, preferencias, amistades, amores….
Dando una vuelta más, quien tiene carácter de empresario y alma de venta, ¿realmente no va a utilizar toda esta información que se le pone a su alcance?
Es aquí donde se introduce el concepto de BIG DATA, aunque éste, no es un concepto nuevo del todo, ya se coqueteaba con él en la década de los 80, en libros como 1984 de George Orwell.
El BIG DATA es el procesamiento y análisis de cantidades ingentes de datos que existen en la Red con las herramientas y aplicaciones que ya poseen grandes multinacionales y gobiernos y que gracias a ellas pueden aprovechar esa información para su propio beneficio.
Citando a Enrique Dans ” Las empresas que sean capaces de interpretar todos esos datos de una manera que tenga sentido y, sobre todo, con la actitud adecuada, serán capaces de generar una gran ventaja competitiva”.
Estamos viviendo en un mundo donde nuestra privacidad se supone que está muerta, donde gobiernos y grandes multinacionales pueden tener acceso a información tan personal, de la que no somos conscientes, y que dimos en el pasado o presente, (o alguno de nuestros amigos nos hizo ese flaco favor subiendo comentarios etiquetando nuestras fotos, o geolocalizándonos por ejemplo).
Pero lejos de todo esto, mi posición es defender a ultranza que Internet pese a todo no es territorio sin Ley, existen normativas para defender los derechos fundamentales de las personas, entre ellos, nuestra intimidad y nuestra privacidad
Por otro lado, existen obligaciones legales para quien tiene un negocio en la red, tanto en este ámbito de la intimidad como en el ámbito de crear negocios on line (venta de servicios o productos en internet), o como la normativa de consumo.
Además, quien nace con instintos delictivos, cometerá delitos en la vida off line y en la vida on line, y esto, naturalmente está regulado en el ámbito del derecho penal, y supone un reto para cualquier negocio on line, aplicando seguridad en su negocio y confianza en el usuario y cliente.
Nos queda el no pequeño problema de la regulación local frente al ámbito global de internet, así como, que los usos sociales siempre van por delante de las regulaciones, pero como en todo en la vida, con el tiempo todo se irá asentando y solucionando.
En Murcia, a 26 de Septiembre de 2013