Conclusiones de mi pequeño experimento Social: Privacidad is dead

Dicen que los experimentos sólo con gaseosa……Bueno, pues como soy persona de riesgos, lejos de aplicarme el cuento, hace unos años me decidí  hacer un pequeño experimento  social.

Dado a que es sabido a que, de entre otras disciplinas, me debo al mundo de la privacidad y de la protección de datos, quise investigar hacía donde iba aquella «incipiente» actividad de redes sociales que había en aquel entonces. (estamos hablando de principios del año 2010) y qué impacto podría tener en la privacidad de las personas. ¿ protegerían su intimidad frente a desconocidos? ¿tendrían reparos con la extimidad?

Obviamente. lo primero era encontrar una red social adecuada, y decidí que mi experimento tenía que ser probado con facebook, que en aquel entonces, era la que abanderaba por goleada en las relaciones de «social media».

El primer paso, fue crearme un perfil bajo varias premisas:

  • Que no me identificara en absoluto
  • Que fuese un perfil lo más alejado posible al de una persona, es decir, que se percibiese sin lugar a dudas que era falso.
  • Que no incluyese entre «mis amigos» a nadie conocido.

Con ello, lo que pretendía era descubrir, si las personas que no me conocían de nada, estaban dispuestas a aceptarme en su perfil de facebook,  (con acceso a sus fotos, a sus amigos, a su actividad, etc) y si ponían algún reparo en hacerlo o si por el contrario ni se molestaban en preguntar quien era yo.

Para fortalecer mi idea, me propuse hacer un perfil muy muy peculiar:

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Nick: Lana Guarning

Foto de perfil: una foto «pocoyorizada» (juzguen ustedes)

Sin información personal en el perfil

La foto de presentación, lo mejor :un perro y un gato partiéndose de risa

De tal manera que mi perfil falso, se construía y tenía (y tiene) un diseño tal que así: perfil

Ir al perfil

En un primer momento, y bajo el convencimiento de que con este perfil, no me iba a aceptar nadie, empecé a agregar por mi cuenta durante varias semanas a amigos de amigos de amigos siempre con una condición, que yo no los conociese personalmente. De esta forma, cuando me preguntasen, les tendría que decir que no los conocía. Y de ahí mi experimento, comprobar la ratio de personas que me preguntaban y cuales me aceptaban sin más.

Cual fue mi sorpresa, cuando la ratio aplastante fue la segunda opción: agregarme sin más, sin preguntarme quien era y ello, con semejante perfil «pandillero juvenil».

A las pocas semanas ya tenía un número considerable de perfiles (unos cuatrocientos) agregados a mi cuenta, y fue en ese momento  cuando decidí, en principio, dar por finalizado mi experimento.

Sin embargo, en este punto, mi sorpresa fue mayúscula. Una vez parada la actividad de agregar amigos de forma activa, eran terceros perfiles los que me agregaban a mi!!! …Es decir, me invitaban a formar parte de su vid…perfil sin conocerme, sin pedir, en principio, nada a cambio.

Y digo, «en principio», porque, supongo que me agregaban por tener ya un número determinado de personas en mi comunidad de facebook, y eso, era interesante para según que actividades.. (entre ellas el spam, a las que mi perfil es victima diariamente).

Como anécdota he de decir, que, durante el tiempo que estuve añadiendo perfiles de forma proactiva, sólo hubo tres personas que me preguntaron quién era yo y por qué les quería agregar….Y la casualidad hizo, que un día, impartiendo una clase, y hablando de este experimento con mis alumnos, uno de ellos, me explicara que había sido victima del mismo, y que él  precisamente había sido una de esas tres personas……(como se suele decir, el mundo es un pañuelo).

A día de hoy, mi perfil experimental (por no decir falso como las monedas de tres euros) cuenta con 1.153 amigos, que para no tener casi actividad, no está nada mal en mi humilde opinión. Mi conclusión: Amigos, la privacidad «is dead» y es que, tenemos la percepción de que  la pantalla del ordenador nos protege del mundo, cuando en realidad, es una ventana abierta a nuestras vidas, nuestras relaciones, y en general a nuestra intimidad.

En Elche a 29 de Junio de 2016